Elección 2023

Dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional, tanto los diputados locales Faustino de la Cruz e Isaac Montoya Márquez, como el presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Eric Sevilla Montes de Oca, han lanzado acusaciones de que uno y otro partido prepara una elección de Estado para 2023.

Desde Morena, dicen los priistas, ya preparan la llegada al Estado de México de miles de activistas de entidades vecinas, además de los servidores de la nación, que han sido aleccionados debidamente para que actúen en las comunidades más apartadas.

Dicen que están reclutando personal desde la Ciudad de México, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Puebla, que ya ha participado en otras elecciones y que ya saben lo que tienen qué hacer.

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Faustino de la Cruz Pérez anunció que su partido solicitará que los programas sociales que impulsa el gobierno estatal sean universales y con reglas de operación claras para evitar lo que sucede actualmente en la entidad. Asegura que desde hace semanas inició la entrega masiva de dádivas por parte del PRI, a un año de la elección y cuyos apoyos, denuncia, son condicionados a quienes no simpatizan con el tricolor.

Dice el diputado morenista de Ecatepec que el PRI ha perdido credibilidad, “está en caída libre y la única manera de afianzar su clientela, es a través de las dádivas, van a perder la elección y van a hacer todo lo posible por ganar cueste lo que cueste.

Al respecto, Enrique Vargas del Villar, aspirante único del PAN a la gubernatura mexiquense, advirtió que, en el Estado de México, Morena no va a ganar. “Ya vimos qué pasó en 2021, el descalabro que se llevó cuando le ganamos demasiados municipios importantes, que regresan al ‘corredor azul’, donde la ciudadanía les dio la oportunidad y vieron que no dieron resultados y por eso regresaron. Morena, en 2023, estará de salida, pese a todos sus esfuerzos por utilizar los recursos federales y los programas sociales”.

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Estas acusaciones mutuas sólo crean desconfianza entre la ciudadanía y fomentan el abstencionismo que en 2017 fue muy elevado, pues cerca de 50 por ciento de los votantes no acudieron a las urnas. De 12 millones 376 mil 517 ciudadanos registrados en el padrón electoral, sólo acudieron a las urnas seis millones 262 mil 150.

Los habitantes del Estado de México esperan que los partidos políticos, sus representantes y sus candidatos actúen con madurez cívica y política y que el proceso electoral del año próximo transcurra en civilidad y sin las sospechas de malos manejos, como sucede en este momento.

A nadie conviene, ni a los partidos ni al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ni al gobernador Alfredo Del Mazo Maza, que el proceso electoral se ensucie anticipadamente. Lo mejor es que todos hagan su trabajo para convencer a un electorado que, ya se vio, no se contenta con las dádivas y castiga a los malos gobernantes.

Eso es lo que deberían tener en mente, que los votantes mexiquenses cada vez están mejor informados y que reciben los apoyos sociales, sí, pero ya no los condicionan al sufragio que emiten en las urnas.