Pobreza extrema

Con singular alegría

Cuando estuve en el Consejo Estatal de población, se los dije mucho y muchas veces, y no me hicieron caso. Ya pasaron más de 30 años, y seguimos en lo mismo.

Decía en aquel entonces, que la Organización de Naciones Unidas, pedía a los países de toda la tierra, que propusieran programas de planificación familiar.

Es más, el entonces gobernador Ignacio Pichardo, creó una Coordinación General de Planificación Familiar, luego de que me mandó a dos estados:

Guerrero y Yucatán que tenían ya sus secretarías de la mujer. Sí. Hace ya 30 años.

Entre otras cosas, la ONU decía: dentro de 25 años, si se siguen teniendo indiscriminadamente hijos, se verá que serán y crecerán estos siendo delincuentes, ayudando al narcotráfico o viviendo en extrema pobreza.

Y allí está: niñas de diez años se nos están embarazando y nosotros sin dar muestras de que nos importe.

La pobreza extrema es el estado más severo de pobreza. Cuando las personas no pueden satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir, como alimento, agua potable, techo, sanidad, y cuidado de la salud.

Para determinar la población afectada por la pobreza extrema, el Banco Mundial define la pobreza extrema como personas viviendo con menos de $1.25 al día.

El Banco Mundial estima que 1,400 millones de personas han vivido bajo estas condiciones en el año 2008.

La erradicación de la pobreza extrema y del hambre es la primera meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio estipuladas por 179 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas en el año 2000.

De eso ya pasaron 20 largos años. Los economistas consideran que enfermedades epidémicas como el sida, malaria y tuberculosis son factores cruciales y consecuencias de la pobreza extrema.

La pobreza extrema es más común en el África sub-sahariana, el Sureste asiático, Centro América y el Caribe.

La proporción de personas que viven en pobreza extrema bajó de 59 % a 19% durante el siglo XX y ahora se encuentra en su nivel más bajo, en este siglo.

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Más de 1000 millones de niños y niñas sufren una grave carencia de por lo menos uno de los bienes y servicios necesarios para sobrevivir, crecer y desarrollarse.

En algunas regiones del mundo la situación es peor que en otras, pero incluso dentro de un mismo país puede haber amplias disparidades:

Entre la población infantil de las ciudades y los medios rurales, por ejemplo, o entre los niños y las niñas. Un influjo turístico en una zona puede mejorar las estadísticas generales sobre la pobreza de un país, mientras la mayoría sigue siendo pobre y desprotegida.

La pobreza y extrema pobreza son un fenómeno que tiene muchas dimensiones, por lo que no existe una única manera de definirla.

Para efectos de su estudio práctico, la mayor parte de las veces, la pobreza se ha definido como la incapacidad de una familia de cubrir con su gasto familiar una canasta básica de subsistencia.

Este enfoque metodológico clasifica a las personas como pobres o no pobres.

Similarmente, en el caso de que el gasto familiar no logre cubrir los requerimientos de una canasta alimentaria, se identifica a la familia como pobre extrema.

Combinando ambas definiciones, una familia puede ser no pobre, pobre o pobre extrema.

Si bien existen otras aproximaciones metodológicas muy importantes, ésta es la más extendida.

En una economía de mercado, el Estado tiene un rol muy importante que cumplir en la lucha contra la pobreza, para permitir un mayor grado de igualdad de oportunidades. Atacar el problema de la pobreza es una necesidad, no sólo por razones humanitarias, sino también por razones económicas. 

La pobreza es un círculo vicioso que, además de tener efectos graves sobre la calidad y niveles de vida de los peruanos pobres, afecta las posibilidades de crecimiento económico y estabilidad social y política.

Las familias que enfrentan una situación de pobreza se ven afectadas por secuelas en la nutrición, en la salud y en la capacidad para recibir instrucción que en muchos casos no pueden ser remontadas, aunque los ingresos mejoren.

Una población pobre tiene una baja expectativa de vida, sufre de altas tasas de incidencia de enfermedades, es mano de obra poco calificada y, por todo ello, constituye una fuerza de trabajo poco productiva.

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